Te cuento!
Soy psicóloga general sanitaria, sexóloga y terapeuta de parejas, especializada en sexología por pura vocación. Me tocó realizar el practicum de la carrera en un Centro de Orientación Familiar, y sentía tal alegría cuando el psicólogo me comentaba casos y me pasaba material, que tuve clarísimo cual era mi objetivo profesional.
En paralelo a la carrera, cursé el Ciclo Superior de Animación Sociocultural, que hizo aflorar mi faceta divulgadora, quizás fue ahí cuando me propuse realmente en serio vencer mi miedo a hablar en público y mi timidez. El ciclo fue clave para obtener mi primer contrato en la USC para comenzar a trabajar en divulgación científica en el INCIPIT (Instituto de Ciencias del Patrimonio), donde trabajé seis años, una parte de ese tiempo contratada con la licenciatura y vinculada al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). En el INCIPIT realicé multitud de tareas y actividades, y aprendí como hacer llegar al público general la ciencia de una manera comprensible y amena. En esa etapa adquirí buena parte de las herramientas que me permiten desarrollar mi labor, fue una experiencia increíble de aprendizaje a nivel personal y profesional.
Como lo mío se ve que no es hacer sólo una cosa a la vez, mientras trabajaba en el INCIPIT en Santiago de Compostela, cursé el Máster de Sexología, Terapia Sexual y de Pareja, dirigido por dos grandes de la sexología: Francisco Cabello Santamaría y Miren Larrazabal Murillo, de manera presencial en Madrid durante dos años. En mi tiempo libre participaba en Congresos de Sexología, asistía a cursos y seguía formándome.
En mayo de 2011, la crisis de la investigación impidió que me pudiesen seguir renovando el contrato, y lo vi claro, era el momento de materializar mi proyecto y de desarrollar plenamente mi vocación. Así en noviembre de 2011 nacía el centro de sexología Con mucho gusto! en pleno centro de Santiago de Compostela, una propuesta arriesgada teniendo en cuenta el momento de crisis económica y lo desconocida que era la sexólogia en Galicia en esos momentos.
No fueron pocas las personas que veían inviable que un centro dedicado a la sexología funcionase en Galicia, y además con una propuesta tan vanguardista, pero yo que soy amante de los “lo hizo porque no sabía que era imposible”, lo hice. Y este es mi proyecto y a él dedico gran parte de mi vida y energía con mucho amor e ilusión.
Creo que acompañar a las personas en su viaje hacia el bienestar consigo mismas, con los demás y con su sexualidad, es un auténtico privilegio.