"Stop feminazi": Un motín con mucho rencor (YoDona / ElMundo.es)

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"El feminismo busca la igualdad entre mujeres y hombres. El machismo no la quiere porque implicaría perder sus privilegios, porque cree que esto así le va bien, le funciona, tiene el control".

"Tergiversar las cosas, infundir miedo diciendo que el feminismo trata de dominar el mundo difundiendo sus ideologías contra el hombre... No es ni nuevo, ni tampoco diferente de lo que hacen las personas homófobas con gays y lesbianas, las tránsfobas con trans o los racistas con, por ejemplo, los refugiados de Siria",

"El machismo -dice- tiene miedo, miedo al cambio, y aunque haya una parte consciente de que este sistema no le va bien, se mueve en su zona de confort, sabe lo que hay que hacer. La libertad siempre ha dado miedo".

"Nos educan en el machismo desde la más tierna infancia, nos enseñan cómo es un hombre correcto y una mujer correcta, con sus estereotipos correspondientes. Si te sales de ese camino marcado, pagas un precio. Ser mujer y reclamar la igualdad tiene penalización social. Es un '¡Eh! No te pases'. Vale que puedas usar pantalones, conducir un coche y gestionar tu propio dinero, pero creerte que puedes ser igual de valiosa que yo, exigir el mismo respeto, es demasiado. Y ya no sólo nos matan literal, sino que nos matan en vida. Muchas han crecido como el elefante que fue encadenado de pequeño y cree que ya no se puede soltar. Otras han normalizado tanto la violencia, en sus múltiples y sutiles formas, que no la ven".

"La violencia hacia las mujeres ya está generalizada, incluso legalizada y normalizada. No, no es justo un ataque más, pero vivimos asediadas, en territorio de conflicto. Y son ya demasiadas las vidas que se está cobrando esa búsqueda de la paz y la libertad".

"... esa violencia que lastima a las mujeres es también dañina para los hombres. Está convencida de que la conciliación llegará desde la educación. "No hay otra vía posible. Nos echamos las manos a la cabeza porque una importante parte de la juventud es machista, nos sorprendemos de los repuntes de celos, violencia, control, del sexismo. Y yo me pregunto ¿y cómo no van a ser machistas? ¿Qué referentes tienen? ¿Quién les enseña a relacionarse bien, a quererse bien? ¿Quién les ofrece educación sexual? La educación es la única vía posible para un cambio real. Mientras, tendremos que seguir dejándonos la piel, luchando por la igualdad lo mejor que podamos y con las herramientas que tenemos".

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